El proyecto consiguió responder, por una parte, a las necesidades espaciales y distributivas formuladas por el cliente al pasar de una distribución convencional muy compartimentada con espacios servidos y sirvientes a otra que atiende a formas de vida más contemporáneas, en la que los límites de las estancias tradicionales se difuminan o desaparecen, enriqueciendo la experiencia del habitar.
Se proporcionan nuevas relaciones visuales en el interior, que surgen de la concatenación de espacios (recibidor-salón-comedor-estudio) y las relacionan a su vez con el exterior.